Propuesta de intervención en una iglesia situada en el barrio de San Antonio de Barcelona, con el objetivo de adecuar espacios para la acogida y asistencia a personas del barrio, y para incorporar nuevos usos de carácter efímero con elementos flexibles y reversibles.
Un nuevo volumen situado justo en el acceso, bajo el coro, aloja dos estancias cerradas y una sala de espera semiabierta. Los cerramientos ligeros de esta caja combinan materiales opacos, translúcidos o tansparentes, que se disponen para garantizar la suficiente privacidad, a la vez que conservar y respetar los elementos de la arquitectura y las pinturas de la iglesia.
Como soporte arquitectónico de las nuevas funciones (conciertos, conferencias, reuniones, presentaciones,...), ya sea fragmentando la amplia nave en espacios menores, configurando un telón de fondo, o facilitando la simultaneidad de diferentes actividades, se desarrolla una mampara-mueble móbil, con una geometría de un cuarto de cilindro, que incorpora iluminación, sonido u otras instalaciones, y en sus extremos puede ser contenedor de pequeño almacenaje. Las múltiples combinaciones de varias unidades del mueble dan respuesta a la voluntad de uso polivalente y flexible. El material escogido para darle forma es el trenzado de mimbre o de ratán, visto como símbolo del cesto y su capacidad para acoger y contener, y también como metáfora de la construcción de entidades complejas a partir de elementos sencillos y naturales, tejidos por la mano de las personas. La misma forma del trenzado recuerda la idea de entrelazar las manos, sumando fuerzas y deseos.
Como actuación complementaria y necesaria se realiza un estudio acústico, y se proponen intervenciones para reducir el tiempo de reverberación y conseguir una buena inteligibilidad de la palabra, sin modificar la imagen actual de la iglesia.