2o premio del concurso abierto de doble vuelta
El edificio propuesto es un volumen compacto, sencillo y de una sola planta, que contrapone su horizontalidad a la masía de Can Llong y a los bloques plurifamiliares que lo rodean. Se significa la presencia de la masía, catalogada como conjunto edificado con interés arqueológico, dirigiendo el acceso al nuevo equipamiento por el paso peatonal del interior de manzana, que se amplía con un porche que acompaña al usuario hasta la entrada, y con un espacio exterior de descanso y espera que contempla la masía. Se propone la cerámica como material para las fachadas, ya que está presente en el entorno, tanto en la masía como en los bloques. Se escoge obra de fábrica vista y celosías de cerámica blanca esmaltada para facilitar el mantenimiento. La cubierta vegetal se entiende como una ampliación de las vistas verdes que disfrutan las viviendas de los bloques que envuelven los equipamientos. En el interior, una distribución clara organiza el espacio en torno a la sala de espera que mira a la calle y se ilumina cenitalmente mediante un generoso lucernario orientado a norte. En las consultas, les aberturas se matizan con las celosías que aseguran la privacidad y la protección solar.